No es real
¿No reza mi poeta del Ontario que fueron dos años para que alguien ganara su corazón y tan sólo dos palabras para romperlo?
Siempre me había parecido sorprendentemente triste y hermosa aquella imagen. Ahora no sólo eso, ahora lo comprendo.
No fueron dos años, fueron cinco, y cuando quise ser yo el que diera el paso, con una simple palabra, una sola, una nada más, me hicieron tropezar, y romperme la cara, y fracturarme los huesos, desgarrarme los músculos y morir en una sola noche.
Llorar, querer golpearlo en la cara... y tuvo el descaro de decirme que si eso me hacía feliz, que lo hiciera. Quería besarlo y golpearlo, ambas cosas a la vez. Él sabía que me hubiera feliz aquella noche, no golpearlo... ni besarlo, sólo quería que me salvara.
He navegado en intranquilidad por mucho tiempo, desde que conocí a aquel demonio de ojos negros, y la única persona que yo pensé que podría por fin brindarme cielo despejado no tuvo la capacidad para hacerlo.
Porque no se qué me pasa que mi puntería siempre falla. No es real que esto me esté pasando a estas alturas, después de todo un caos sin sentido de sufrimiento inmerecido que padecí... porque así de grande lo sigo viendo a la distancia. Porque creí que mi corazón, un músculo ensangrentado, había comenzado a sanar...
...y lo hirieron otra vez.
¿No reza mi poeta del Ontario que fueron dos años para que alguien ganara su corazón y tan sólo dos palabras para romperlo?
Siempre me había parecido sorprendentemente triste y hermosa aquella imagen. Ahora no sólo eso, ahora lo comprendo.
No fueron dos años, fueron cinco, y cuando quise ser yo el que diera el paso, con una simple palabra, una sola, una nada más, me hicieron tropezar, y romperme la cara, y fracturarme los huesos, desgarrarme los músculos y morir en una sola noche.
Llorar, querer golpearlo en la cara... y tuvo el descaro de decirme que si eso me hacía feliz, que lo hiciera. Quería besarlo y golpearlo, ambas cosas a la vez. Él sabía que me hubiera feliz aquella noche, no golpearlo... ni besarlo, sólo quería que me salvara.
He navegado en intranquilidad por mucho tiempo, desde que conocí a aquel demonio de ojos negros, y la única persona que yo pensé que podría por fin brindarme cielo despejado no tuvo la capacidad para hacerlo.
Porque no se qué me pasa que mi puntería siempre falla. No es real que esto me esté pasando a estas alturas, después de todo un caos sin sentido de sufrimiento inmerecido que padecí... porque así de grande lo sigo viendo a la distancia. Porque creí que mi corazón, un músculo ensangrentado, había comenzado a sanar...
...y lo hirieron otra vez.
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